Un puñado más de hechos anecdóticos sobre la impactante película de Darren Aronofsky. Un viaje demoledor por el mundo de las drogas con uno de los finales más estremecedores que yo recuerde en el mundo del cine.
– La banda sonora original del film remezclada por Clint Mansell tiene más de 10 variaciones hechas por dj’s, sobretodo de su mítico tema principal “Lux aeterna”.
– Darren Aronofsky, director del film, se hizo con el libro “Last Exit to Brooklyn”, de Hubert Selby, mientras estaba estudiando para sus exámenes finales en la biblioteca de Harvard. Al acabar la novela decidió que tenía que trasladar la historia a la gran pantalla.
– Hay un guiño a “El padrino” de Francis Ford Coppola: en la escena en que los personajes se encuentran en medio de una multitud de gente esperando comprar droga aparece una persona pelando una naranja. Acto seguido la policía irrumpe en el lugar.
– Ellen Bustyn, nominada al Oscar a mejor actriz, tuvo que utilizar 4 tipos de prótesis de cuello diferentes para acentuar la pérdida de peso. El proceso de maquillaje duraba cuatro horas.
– Los padres del director protagonizan un cameo en el film. La madre de este aparece en una escena junto al resto de vecinas sentadas en la acera. El padre es el hombre del sombrero en el metro que ignora a Sara Goldfarb (Ellen Bustyn).
El autor de la novela en la que se inspira la película también aparece en un pequeño papel interpretando al policía que increpa a Tyrone.
– Muchos de los actores secundarios del film aparecieron en la anterior obra del director “Pi: fe en el caos”.
– “Réquiem por un sueño» tiene más de 2000 cortes. Una cifra muy elevada si se tiene en cuenta que la mayoría de películas poseen unos 600-700.
– La escena en la que Jennifer Connelly aparece en la bañera es casi exacta a la de la película japonesa de animación “Perfect Blue”.